China no está jugando. Esta vez no hubo filtros, no hubo advertencias. El bloqueo de OnlyFans es oficial y total. En una actualización silenciosa, los servidores más populares del país eliminaron el acceso a la plataforma de suscripción más picante del mundo.
¿La excusa? "Contenido que va en contra de los valores culturales."
¿La realidad? Un nuevo capítulo en la novela: “Internet con censura”.
Para los creadores chinos, y los consumidores de allá, las alternativas son limitadas: usar plataformas locales (hiperreguladas), arriesgarse con VPN, o cambiar de país. El ecosistema global tiembla, y las plataformas occidentales toman nota: si cayó OnlyFans, nadie está a salvo.
Lo curioso es que en el país donde nació TikTok, la exposición digital es pan de cada día… pero el deseo sigue siendo terreno prohibido.
¿Control de contenido? ¿Poder político? ¿Puritanismo disfrazado?
En el nuevo orden digital, todo lo que no puedes controlar, lo borras.